
CDMX, 12 de octubre de 2020.
CLas extensas jornadas de home office en las que hoy nos encontramos inmersas las mujeres, nos llevan a ser multitarea –tenemos responsabilidades profesionales tan importantes como nuestra vida social, amorosa y familiar– lo cual hace que el cuidado de nosotras mismas haya quedado en segundo plano. Es hora de unirnos a la revolución wellness para cuidar de nuestra mente y cuerpo, para lograrlo, los diseñadores de Helvex desvelan la guía ideal para transformar tu baño en un spa de cinco estrellas para mimarte por dentro y por fuera; un lujo asequible al que podrás recurrir cada vez que percibas al mundo demasiado abrumador.
Cara
Coloca una toalla ligeramente húmeda y caliente –a una temperatura soportable– sobre tu rostro. Este gesto abrirá los poros para que los productos que apliques tengan una penetración profunda y efectiva. Prepara una mascarilla desintoxicante a base de matcha y yogurt natural: combina una cucharadita de cada ingrediente hasta conseguir una pasta cremosa, úntala en tu cara limpia, deja reposar 15 minutos y enjuaga.
Pelo
Desliza un cepillo de cerdas naturales por tu melena seca, entre 10 y 20 veces, para estimular su crecimiento, potenciar su brillo y arrasar con los remanentes de los productos cotidianos. A continuación, cúbrela de medios a puntas con una mezcla deliciosa fabricada por ti. Necesitas medio aguacate maduro, cinco cucharadas soperas de aceite de oliva y un chorrito de limón. Deja que haga efecto por 30 minutos para después lavar y acondicionar como de costumbre.
Cuerpo
Exfoliar tu piel en seco con un cepillo de madera con cerdas naturales la conserva bonita, sana y sin celulitis. Aunque haya adoptado un nombre millennial, el dry brushing forma parte del ayurveda la medicina tradicional hindú, cuyo objetivo es lograr la armonía de mente, cuerpo y espíritu– para liberar al organismo de toxinas. La técnica consiste en dibujar líneas ascendentes, tres veces cada una, comenzando por las extremidades: primero de los pies hasta las rodillas, de ahí a los muslos, luego los brazos y finalmente el torso. Termina con movimientos circulares en el mismo orden.
Acto seguido, sumérgete en un baño de burbujas. Si no tienes tina, cambia tu regadera por una de plato ancho y de buena calidad hará la diferencia entre un baño ordinario y uno de lujo. Las regaderas de Helvex también cuentan con sistema anticalcáreo (la cal produce sequedad e irritaciones en la piel y el pelo) y tecnología Aireavex para ahorrar agua sin sacrificar la serenidad que proporciona un chorro abundante.
Para acompañar, elabora cubitos descongestionantes, en un tazón, combina una taza de maicena, tres cucharadas de ungüento hecho a base de VapoRub y dos cucharadas de agua; vierte la mezcla en moldes para hielos y congela por 20 minutos. Pon los cubos en el piso de la ducha, el calor los derretirá y la aromaterapia hará de las suyas.

Después de un baño reparador
Prosigue con un masaje utilizando tu aceite aromático preferido y combate los estragos del estrés en el cuerpo y la mente. Coloca unas gotas en las palmas de tus manos y frótalas durante unos segundos hasta sentir el producto calentándose; esto ayudará a relajar tus músculos. Suave pero firmemente, masajea la cabeza y las orejas con tus dedos. Sigue por el cuello y la nuca: trabaja los nudos en el sentido del reloj y luego al contrario. Soba los brazos y piernas recorriendo los huesos largos de atrás hacia adelante y con movimientos redondos sobre las articulaciones.
Continúa con tus manos y luego dirígete hacia tu pecho. Coloca unas gotas más de aceite sobre el corazón y realiza desplazamientos circulares. Haz lo mismo en el abdomen, siguiendo el patrón intestinal desde la parte inferior derecha hasta la superior izquierda. Para alcanzar tu espalda, puedes pedir ayuda o bien, recostarte en el piso y valerte de un rodillo de espuma. Por último, concéntrate en las plantas de los pies, pues ahí se localizan los puntos reflejos del cuerpo.
Mente
Bajo la premisa de que la belleza se origina en el equilibrio, una verdadera experiencia hedonista estaría incompleta sin recalibrar tus pensamientos. Contrariamente a la creencia popular, el mindfulness no se trata de poner la mente “en blanco”, sino de focalizar la atención en ti y en tu cuerpo de forma activa para desconectarte de los estímulos superficiales y conseguir, a la larga, una serie de beneficios emocionales: menos estrés, mayor creatividad, intuición y capacidad de concentración.
Las actividades y el rush diario, nos llevan a vivir días agitados; sin embargo, no dejes de darte un respiro, muy merecido, en el que tú seas la protagonista. Busca ese espacio especial para ti, y verás cómo tus días se sienten más relajados.
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