Ciudad de México a 17 noviembre 2017.
Existen hábitos alimenticios que protegen el corazón de enfermedades obstructivas o previenen la progresión de la diabetes. Esto no es novedad para nadie ya que se ha avalado por muchos estudios alrededor del mundo.
Estos mismos hábitos pueden potencialmente detener la aparición de demencias seniles –que hacen perder las capacidades de reflexión, memoria e individualidad a las personas de la tercera edad—, como la enfermedad de Alzheimer, es también una realidad demostrada por diferentes estudios.
Esas investigaciones plantean que la Dieta Mediterránea, DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) y la MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay) funcionan para este objetivo: detener el deterioro intelectual en la vejez.
“Estas dietas son altas en frutas y vegetales; alguna de ellas es generosa en nueces, legumbres y privilegian el consumo de granos enteros”, señala Heidi Wengreen, especialista en nutrición en la Universidad Estatal de Utah.
Una ventaja de la Dieta Mediterránea es el uso masivo del aceite de oliva, una grasa insaturada que junto con las nueces, ha demostrado mejorar las habilidades intelectuales de personas de la tercera edad. Una noticia estupenda: las dietas para un cerebro sano incluyen dosis “moderadas” de vino. Como ya se sabe: una copa diaria para las mujeres y dos para los hombres. Por supuesto, no se vale juntarlas en el fin de semana porque consumidas de esta forma resulta contraproducente.
“Hay evidencia de que los vegetales de hojas verdes son muy importantes para el cerebro, por eso prescribimos un plato de estos vegetales una vez al día o más, si se puede”, dice Martha C. Morris, que desarrolló MIND con sus colegas del Centro Médico Rush en Chicago. Esta dieta también aprovecha las propiedades de las moras porque han demostrado su aporte en la salud cerebral.